DEJALAS SALIR

Esta mañana, Isa no quería ir al colegio. La situación ha comenzado a marcar las consecuencias sobre ella. Ayer no pudo concentrarse para estudiar y hoy, no sabía nada para el examen de castellano. Generalmente, suele memorizar las lecciones bastante rápido, pero ya es la segunda vez que ésto le ocurre. Para intentar bajar la presión, le dije que por una vez que saliera mal, no había problema. Que no siempre se aprende las cosas uno tan fácil. Que para la próxima prueba podría recuperarse y salir mejor. Nada, mientras desayunábamos en la cantina, ella intentaba leer en su cuaderno. De vez en cuando volteaba a ver a un grupo de compañeritos que repasaban y se preguntaban entre ellos. Luego volteaba y sin dejar salir las lágrimas, continuaba leyendo. Me imagino que pensaba... "ellos van a salir bien y yo no". Lo único que pude hacer, fue tomar su mano y acariciarla. Me fuí preocupada, incluso esperé que sonara el timbre para no dejarla sola. No se si a esta hora ya habrá presentado la prueba, pero imagino que no saldrá bien.

La primera pauta que me recomendó la psicóloga ya la estoy siguiendo. Mi cerebro necesita descansar, necesito dormir. Como me siento reacia a tomar medicamentos para dormir, ella me recomendó que tomara algo natural. Estoy en eso y ha funcionado un poco.

La segunda pauta, para mi la más importante, buscar ayuda para la niña. También estoy en eso. Después de la larga charla del día martes al fin alguien me da una justificación para el carácter ansioso de Isabel. Hay en su pasado unas cuantas marcas que, aunque no se puedan borrar, se pueden alivianar. Pero eso es tema de otro post. Lo único que puedo adelantar, es que si a alguien tengo que darle las gracias por haberme ayudado con ella, es a su pediatra. Posteriormente su psicóloga, que nos guió para que saliéramos a flote. A ella regresaremos con las mismas esperanzas. Lo dejo todo en manos de Dios.