PRIMERA CAIDA

No suelo preguntarme por qué me ocurren las cosas, simplemente las asumo y las manejo de la mejor manera que se me haga posible. Estos días han sido difíciles, he estado ocupada la mayor parte del tiempo, como para sentarme a pensar de qué manera me está afectando la enfermedad de mi mamá. Hoy le pedí a mi hermana que se quedara con ella mientras iba al automercado. En el carro, tuve mucho que pensar. Extrañamente, hice el viaje sin encender el radio. Sólo el silencio, el camino y yo. Se que puedo soportarlo, porque estoy hecha para eso. Si de algo me siento orgullosa, es de haber heredado el temple de mi mamá. Cosa que no sólo se logra con el ejemplo, sino que se lleva en la sangre. De todas formas, tengo mis días de baja energía y, tal vez, hoy sea uno de esos. Extraño llevar y buscar a mi hija en el colegio, conversar con mis amigas mientras esperamos que las niñas salgan, extraño la tranquilidad, extraño el contacto humano, extraño la salud de mi mamá, extraño la alegría que queda después de año nuevo, extraño a mis amigos, extraño esos momentos a solas entre mi Isa y yo, extraño pasar frente a la habitación de mi mamá sin tener que preguntarle si se siente bien, hoy extraño demasiado, pero se que voy a estar bien. Ahora mismo, estoy llamando a Sanitas para que la vengan a ver, porque repentinamente comenzó a sentirse peor. Wish me luck.