QUE MAÑANA...

Hoy tempranito sentí que papá sacaba el carro del estacionamiento, para ir a comprar la verdura. Medio dormida me decía a mi misma, "ay, me voy a quedar hasta tardecito en la cama para descansar...". Pues nones, cuando papá llegó a casa y lo sentí jurungar la cocina, decidí a ver si estaba haciendo algun desastre. Estaba en la etapa inicial, pero casi me desmayo cuando le eché un vistazo a la mesa de la cocina... En casa somos sólo cinco y papá trajo verdura como para treinta. Dos paquetes de cada variedad, cuando cada paquete pesa como kilo y medio... Dos de acelgas, dos de berros, un kilo de champiñones, dos de espinacas, dos paquetes de escarola, una lechuga gigante, medio kilo de ciruelas y un super queso guayanés. Peeeeeeerro! y eso no era lo peor, el tipo iba a cocinarlo todo de una vez, para dejarlo guardado en la nevera. El freezer está full de fresas, moras y guayabas. Empacadas en porciones individuales para prepararle el jugo diario a mi mamá. Coño todo el que viene de visita trae fresas... Voy a montar una venta de batidos como sigamos así. También mucho pollo y pescado porque a ella no le gusta la carne roja. Ayer preparé sopa de pescado y aparte de que quedó muy rica, la nevera está conservando en su interior lo que sobró. La nevera está FULL, ya no cabe casi nada. Mientras limpiaba las verduras y las empacaba para conservarlas, me puse a hacer el almuerzo de una vez. Así es como pasé toooooooooda la mañana en la cocina. Rico, porque me gusta cocinar, pero quería descansar un poquito hoy. Ya estoy acostadita en mi cama y creo que me voy a quedar un buen rato aquí, porque me duelen los pies. Mi mami sigue igual, atontada y un poco mal del estómago. Esperemos que mañana se sienta un poco mejor.