...CRONICAS ABSURDAS...

viernes, febrero 04, 2005

DIA DE LOCOS

dentista_legal


Mierda...! de verdad que el día, más cargado no pudo estar. Comenzando desde tempranito. Después de dejare a Isa en el colegio, me fuí a pagar el agua y al banco. Luego a BADAN, a buscar presupuesto para los medicamentos del segundo ciclo. El sistema funciona así: se busca presupuesto, se deposita en el banco y se retiran los medicamentos. Pues bien, el alboroto del carnaval se estaba haciendo sentir desde temprano, porque tardé dos horas en llegar a Los Cortijos, desde Prados del Este. Para más vaina, me perdí. En realidad hubo un pequeño detalle, mamá me había dicho que era en el edificio del Banco Industrial... y por allí no hay ningún Banco Industrial. Después de dar unas tres vueltas para comprobar que no era mi ceguera, decidí llamarla para que me repitiera las indicaciones. Bueno, ella dijo que ya no se acordaba del banco, pero que era en un edificio que tenía un letrero de estacionamiento, que casi no se ve... :s. Casi quedo en las mismas. Luego se acordó que era un poco más abajo de Dorsay... ahí si que me ubiqué. Encontré la vaina y me dieron mi presupuesto. De ahí, a los Rosales, llevar el dinero de los empleados. Gracias a Dios que son solo tres. La cola seguía en pleno apogeo. De los Cortijos a los Rosales, hora y media más. Para cuando salí del taller (de papá), ya era hora de almorzar. A mitad de camino, mi hermana me manda un mensaje diciéndome que hoy las niñas no tenían jazz, que fuera a buscar a Isa. O sea, escala directa al cole. Salimos de allí y llegamos a casa. Dejé a la nena y salí al banco otra vez, para depositar el dinero de la quimio. Ahora, la cola estaba peor. Llegué a casa, dejé el carro y me fuí caminando a la línea taxi que está cerca de casa, para ir a la oficina de Maira; la novia de mi ex-esposo. Ayer le había dicho que la iba a llevar al dentista, pues le operaban las cordales y no tenía quién la fuera a buscar.Como ella no podía dejar su carro en la oficina, me fuí en taxi hasta allá, para luego manejar hasta su casa. Pues carajo..! en la línea taxi nadie quería ir a El Rosal. Flojos, después joden al primer pendejo que se les monte en el taxi. Al fin llegó uno y, como por obra de Dios, no había tráfico. Llegamos como en diez minutos. Ya eran las cuatro y media de la tarde y mi amiga estaba muy nerviosa, venezolanamente hablando, completamente cagada. Llegamos a tiempo al consultorio y puff! muelitas afuera. Salimos de allí y Maira, aún un poco asustada, pero tranquila. Pues bueno, era de esperarse que a las seis de la tarde, un viernes de pre-carnaval, la cola estuviera regia. Antes de llegar a casa, paramos en Mc Donalds para comprarle unos helados y finalmente llegamos al destino. Después de dejarla en casa y completamente tranquila, decidí volver a la mía, en carro prestado. Aquí estoy, agotada, pero en casa. Espero que esta noche, el gato me deje dormir. Ya sólo faltan dos días para que retiren las suturas y le heroda de la oreja está cicatrizada, así que pronto podrá salir. No me quejo, este gato es todo un santo. Aquí está, Isa se durmió viendo la tele en mi cama y él, luchando por su almohada.