CIERRE POSITIVO
Hace unos días revisaba los cuadernos de mi hija y, me di cuenta de que su caligrafía había desmejorado considerablemente. Ajá, primer signo de que lo que nos ocurre le está perturbando. Lógico, enterarse de que su nonna está enferma, tener que presenciar en primera fila todos los cambios por los que atraviesa mi mamá. La ve llorar, la ve sentirse mal, la ve de mal humor y la ve cuando está mejor. Si a mi me afecta, imagínense a ella. Como si no fuera suficiente con eso, casi no tengo tiempo para ella. Apenas, antes de acostarnos a dormir, es que podemos disfrutarnos. He sentido que necesita atención, porque cada noche se me acerca y me abraza. Si, parece anormal, pero es que mi hija no es de es@s niñ@ melos@s. Digamos que es, más bien, neutral, Pero últimamente está demandando dosis de cariño extra.
Decidí ir a hablar con su maestra y esta mañana, conversamos unn poco. Claro, ella ya sabe lo que estamos viviendo, pero sólo quería pedirle que le tuviera un poco de paciencia y que, si notaba algo irregular, me lo comunicara para ayudar a mi hija. ¿Cuál fué mi sorpresa? Cuando Adriana me dice..."No niñaaaaa, quédate tranquila. Isabel es una de las pocas niñas que tengo en el salón, de las que puedo decir que tiene verdaderos hábitos de estudio. Si hoy la felicité, porque en el examende ayer todas sacaron D, menos ella y otra niñita, que sacaron C. Isabel es una de las que mejor está trabajando ahora". Jajajaja, mal de muchos, consuelo de tontos. Así dice mi mamá. No es que me agrade la C, pero al menos se que mi hija está asumiendo todo de una manera muy madura. No puedo quejarme, mi chiquita llega a casa y se preocupa por hacer su tarea sin que yo tenga que recordárselo. Es más, hace unos días se le olvidó hacer una y le entró un ataque de angustia antes de acostarse. Le dije que iba a hablar con la maestra y casi le da un yeyo.
Cada día que pasa, bien sea por una u otra razón, me enorgullezco más de mi hija.